El Día del Cabernet Franc, variedad oriunda de Burdeos y muy cultivada en el suroeste de Francia, viene con un fuerte crecimiento en los últimos años en la Argentina.
Todos los 4 de diciembre, la celebración es en reconocimiento a Armand Jean du Plessis, cardenal-duque de Richelieu, quien llevó esta cepa de vino a la zona de Burdeos, Francia.
También conocida bajo el nombre de Breton y de Bouchy en Basses-Pyrénées, se adapta muy bien a diferentes climas y por tanto la encontramos en Italia, España, Hungría, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos, Brasil, Uruguay y Argentina entre otros.
En la Argentina esta variedad se encuentra presente en diecisiete provincias vitivinícolas, principalmente en la Provincia de Mendoza, con un altísimo crecimiento a partir del 2000.
En 2024 se registraron 1.937 hectáreas cultivadas, lo cual representa 1% del total de vid del país, cuando hasta 1990 había sólo 76 ha de esta variedad en la Argentina.
Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) es a partir del 2000 se produce el gran auge de plantación en todo el territorio nacional y la superficie de esta variedad ha crecido 131,8% desde 2015 (+1.101 ha).
Es la 9º variedad tinta en total de superficie cultivada y es la 4º en el ránking de variedades tintas que más han aumentado su superficie desde 2010, luego de Malbec, Ancellotta y Aspirant Bouschet.
La tendencia indica que la venta de estos vinos varietales va en aumento en los últimos años tanto en el mercado interno como en el mercado externo.
Las exportaciones han crecido 612,9% en los últimos 10 años y las ventas en el mercado interno aumentaron 585,3% en el mismo período.
Cómo es el Caberten Franc
La planta de Cabernet Franc es vigorosa y exige una poda larga y rica, adaptándose a formas expandidas de conducción.
Es muy parecida al Cabernet Sauvignon, pero es más temprana y por lo tanto en climas fríos madura muy bien y en forma plena a nivel de polifenoles.
Se obtiene un vino de intenso color rojo rubí con notas vegetales como pimiento verde, eucalipto y mentol acompañado de notas especiadas como pimienta negra y pimentón.
Dentro del abanico aromático se encuentran presentes aromas frutados como frutillas, arándanos y frambuesas, de buena estructura, logrando vinos untuosos y elegantes.