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¿A qué clase social perteneces?

El consultor Guillermo Oliveto, a partir de los últimos datos publicados por el INDEC, presentó un informe donde describe la realidad socioeconómica de los argentinos y distingue entre clases sociales.

Para medir la pobreza, el INDEC utiliza la canasta básica total (CBT), que marca el ingreso mínimo que necesita una familia para no ser considerada pobre. A diciembre de 2024, una familia tipo (dos adultos y dos niños) necesitaba $773.385 mensuales para no caer en la pobreza.

Si los ingresos del hogar están por debajo de esa cifra, pero por encima de la canasta básica alimentaria (CBA), se considera “pobre no indigente”. Si están por debajo de la CBA, se considera que están en situación de indigencia.

Ahora bien, ¿Cómo se divide hoy la sociedad argentina por nivel de ingreso? Según estimaciones de Oliveto, basada en datos del INDEC, del RIPTE (salarios registrados) y otras fuentes, esta es la composición de la pirámide social argentina al primer trimestre de 2025:

🔴 Clase alta: 5% de la población. Ingresos mensuales por encima de $3,5 millones por hogar.

🟠 Clase media alta: 10%. Ingresos de entre $1,7 y $3,5 millones.

🟡 Clase media típica: 20%. Entre $850.000 y $1,7 millones por hogar.

🟢 Clase media baja: 25%. Entre $550.000 y $850.000 por hogar.

🔵 Clase baja: 40%. Menos de $550.000 por hogar, lo que incluye a los pobres e indigentes.

Otro dato importante es lo que sucedió con el empleo en este último semestre: la desocupación cayó a 6,4% a fines de 2024, uno de los niveles más bajos en dos décadas. Sin embargo, buena parte del empleo es informal o de baja calidad, lo que explica por qué tantos trabajadores siguen siendo pobres, aún con trabajo.

¿Puede volver la clase media? Oliveto, advierte en su informe que la clase media argentina está en riesgo, pero no perdida. Si bien los datos muestran una sociedad cada vez más desigual, también hay señales de mejora y una oportunidad a futuro. Según Oliveto, si la Argentina logra mantener la estabilidad y potenciar sectores como el petróleo, el litio, el agro y la economía del conocimiento, podría sumar hasta US$80.000 millones adicionales en exportaciones hacia 2033. Ese ingreso extra podría ser una palanca para reconstruir una sociedad más homogénea.

El desafío, sin embargo, es doble: cruzar el puente de los próximos años sin agravar la fragmentación social y decidir qué tipo de país queremos construir. La pregunta que plantea Oliveto es clara: ¿seremos más ricos y más desiguales, o podremos recuperar una clase media fuerte y cohesionada?

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