Pese a la expectativa oficial y los dichos del canciller, el presidente argentino no logró encontrarse con su par norteamericano, quien finalmente no participó del evento en Mar-a-Lago. El trasfondo: FMI, comercio y una visita relámpago que dejó sabor a poco.
El viaje de Javier Milei a Estados Unidos tenía una expectativa central: una reunión, al menos informal, con el presidente Donald Trump. Sin embargo, pese a que el Gobierno había deslizado la posibilidad del encuentro y hasta lo daba casi por hecho, la imagen de ambos mandatarios juntos no se concretó.
Milei viajó con una comitiva reducida para recibir el premio “León de la Libertad” en un evento de corte ideológico organizado por dos fundaciones conservadoras estadounidenses en Mar-a-Lago, Florida. Del otro lado, se esperaba la presencia de Trump, que también iba a ser premiado. Pero el expresidente estadounidense llegó tarde a su residencia, no asistió al evento y se retiró a descansar.
“Fue una cuestión de agenda. Son cosas que pasan”, explicaron desde la delegación argentina, minimizando el traspié diplomático. En la comitiva estaban Karina Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, mientras que el canciller Gerardo Werthein —quien había declarado públicamente que habría un encuentro con Trump en su casa— los esperaba en Palm Beach.
Lo cierto es que el gobierno argentino había jugado fuerte con la expectativa del encuentro. No solo por la afinidad ideológica entre Milei y Trump, que ya tuvieron dos cruces informales en la asunción presidencial y en la CPAC, sino también porque la reunión podía haber servido para allanar el tramo final de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. El directorio del organismo aún debe aprobar el nuevo programa con la Argentina por 20.000 millones de dólares, y Estados Unidos tiene peso decisivo en esa instancia.
En paralelo, el viaje incluyó conversaciones entre Werthein y funcionarios del Departamento de Comercio para abordar las consecuencias de la reciente oleada arancelaria lanzada por Trump, que también afecta a la Argentina. Según trascendió, ya se resolvieron cinco de ocho observaciones planteadas por EE.UU. sobre barreras comerciales. La Casa Rosada dice haber sido el primer país en iniciar conversaciones para morigerar el impacto de esas medidas.
Pese a todo, el “encuentro probable” quedó en un intento frustrado. La imagen que el oficialismo buscaba para mostrar cercanía con el líder republicano y afianzar su alianza con el trumpismo no apareció. Sin agenda oficial ni foto, Milei regresó a Buenos Aires con las manos vacías. Y aunque en el gobierno intentaron bajarle el tono, el paso en falso no pasó desapercibido.
