El oficialismo comienza a negociar un nuevo programa con el Fondo, pero sin exponer los detalles técnicos del acuerdo.
El Gobierno de Milei está afinando los últimos detalles para enviar al Congreso el pedido de autorización para negociar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque aún no hay una fecha precisa para su presentación, fuentes oficiales confirmaron que el proceso avanza y que solo restan ajustes legales.
Sin embargo, lo que se enviará al Congreso no será un documento con la “letra chica” del acuerdo, sino un pedido formal para habilitar la negociación. Esto responde a que los fondos que ingresen serán utilizados para cancelar deuda interna del Tesoro con el Banco Central, algo fundamental para mejorar el balance de la entidad monetaria y fortalecer el proceso de desinflación.
Desde el Ministerio de Economía, evitaron dar precisiones sobre los términos específicos del nuevo acuerdo. La última referencia pública fue la del propio presidente Milei en la apertura de sesiones del Congreso, cuando aseguró que en los próximos días solicitaría apoyo parlamentario para avanzar con el Fondo.
El FMI, por su parte, también confirmó que hay avances. La primera subdirectora gerente del organismo, Gita Gopinath, destacó tras una reunión virtual con Caputo que las negociaciones para un nuevo programa “siguen avanzando” y que el objetivo es fortalecer la estabilidad y el crecimiento en la Argentina.
El Gobierno plantea que los dólares que ingresen servirán para recomprar las letras intransferibles que el Tesoro mantiene en el Banco Central, reduciendo así la deuda con la entidad y mejorando su patrimonio neto. Según Milei, esto contribuirá a consolidar la baja de la inflación y facilitar el camino hacia un esquema cambiario más libre y eficiente.
Sin embargo, la estrategia ya despertó críticas en la oposición. La expresidenta Cristina Kirchner sugirió que el Gobierno busca encaminar una devaluación encubierta con este esquema, algo que tanto Milei como Caputo han negado públicamente. A esto se suma la incertidumbre sobre el respaldo que el oficialismo podrá conseguir en el Congreso, dado que todo endeudamiento con el FMI debe ser aprobado por ley, según lo establece la normativa vigente desde la gestión de Martín Guzmán.
En lo que respecta al monto del nuevo préstamo, los mercados internacionales analizan la posibilidad de que el Fondo otorgue un préstamo de hasta US$20.000 millones, de los cuales US$12.000 millones serían para cancelar vencimientos y US$8000 millones podrían destinarse a la flexibilización del cepo cambiario.
El país le debe al FMI US$40.600 millones y el acuerdo en discusión será clave para la estabilidad macroeconómica. Sin embargo, la falta de detalles técnicos en la presentación ante el Congreso genera interrogantes sobre el impacto real del programa y las condiciones que impondrá el organismo.