A partir del 8 de febrero se extiendió el plan de regularización de activos, ahora con el pago de un impuesto especial del 15%, lo que hace que adherirse al esquema resulte más costoso.
El Gobierno lanzó el año pasado un ambicioso plan de blanqueo de capitales, cuya primera etapa, iniciada en septiembre de 2024 se extendió hasta el 8 de noviembre. Esta primera etapa se caracterizó por la adhesión masiva y permitió la declaración de dólares y dinero en efectivo, alcanzando un monto total de ingresos en torno a los USD 22.500 millones, de los cuales los fondos en efectivo sumaron USD 20.085 millones. Esta regularización provocó un aumento exponencial en el stock de depósitos privados en dólares, que pasó de USD 19.336 millones el 30 de agosto a un récord histórico de USD 34.578 millones el 31 de octubre.
Ahora, la tercera etapa del Régimen de Regularización de Activos comenzó el pasado sábado 8 de febrero, extendiéndose hasta el 7 de mayo de 2025. Durante este período, quienes deseen adherirse al régimen deberán pagar un impuesto especial del 15%, lo que representa un costo mayor en comparación con la etapa anterior.
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) estableció que para adherirse a esta nueva etapa se deberán cumplir dos pasos fundamentales. Primero, la manifestación de adhesión, que podrá realizarse a través del «Portal Régimen de Regularización de Activos Ley 27.743», mediante la confección del formulario F. 3320, con un plazo que se extiende desde el 18 de julio de 2024 hasta el 7 de mayo de 2025, con condiciones especiales para quienes solo depositaron fondos en cuentas especiales (CERA o CCERA) y no completaron la manifestación en la etapa inicial. Una vez realizada la adhesión, los participantes tendrán hasta el 7 de marzo de 2025 para presentar la declaración jurada correspondiente.
El segundo paso es el pago adelantado obligatorio, que debe efectuarse dentro de la fecha señalada, ya que la falta de dicho ingreso provocará el decaimiento automático de la adhesión y la exclusión de todos los beneficios que otorga el régimen.
El régimen de regularización ofrece tres beneficios fundamentales para los adherentes:
-Liberación de ajustes por incremento patrimonial no justificado: Los bienes declarados no serán objeto de ajustes retroactivos por presuntos ingresos no declarados.
-Exención de sanciones civiles y penales: Los contribuyentes quedarán eximidos de sanciones por delitos tributarios, cambiarios, aduaneros y administrativos relacionados con los bienes declarados, las rentas generadas y los fondos utilizados para su adquisición.
-Tapón fiscal: Se liberará el pago de impuestos omitidos y de obligaciones accesorias originadas en los bienes exteriorizados, lo que incluye tanto bienes que se poseían antes del 31 de diciembre de 2023 como aquellos adquiridos posteriormente, siempre que se acredite su posesión o trazabilidad.
La tercera etapa, que se extenderá hasta el 7 de mayo de 2025, permitirá a las personas y empresas ingresar sus activos, y luego tendrán un mes adicional, hasta el 6 de junio de 2025, para presentar la declaración jurada y pagar el impuesto de regularización.
Si bien esta nueva etapa del blanqueo de capitales se incorpora en un contexto en el que el plan ya ha generado un significativo aumento en los depósitos privados en dólares, la incorporación de un impuesto especial del 15% significa que los beneficios para los participantes serán menores en comparación con la adhesión masiva de la primera etapa. Este ajuste en los costos responde a la necesidad del Gobierno de equilibrar la recaudación fiscal con la regularización de activos, asegurando al mismo tiempo la estabilidad del sistema financiero y evitando fugas de capital que puedan perjudicar la economía.
En definitiva, el inicio de la tercera etapa del blanqueo de capitales busca seguir incentivando la entrada de capitales al sistema financiero, aunque a un costo mayor, lo que plantea la pregunta: ¿logrará el Gobierno seguir atrayendo adhesiones en un contexto de mayores aranceles impositivos?