La agencia pasó la nota de Ca a Caa3 y advirtió que, si la salida del cepo se desarrolla sin sorpresas, podría seguir subiendo la nota.
La calificadora de riesgo Moody’s sorprendió al mejorar la nota de la deuda argentina de Ca a Caa3 y modificar su perspectiva de “estable” a “positiva”. Según el comunicado de la agencia, el “contundente cambio de política” del Gobierno permitió un ajuste fiscal y monetario que corrigió parte de los desequilibrios económicos, estabilizó las cuentas externas y redujo el riesgo de un evento crediticio.
Aun así, Moody’s alertó sobre los desafíos que enfrentará el país al intentar levantar los controles cambiarios y de capital, ya que este paso podría desencadenar flujos de salida de divisas o sobredimensionar las importaciones y volver a tensionar la balanza de pagos. En ese sentido, la agencia considera que, de lograrse una transición cambiaria ordenada, la Argentina podría aspirar a una calificación aún más alta.
Entre los puntos favorables, Moody’s valoró la reducción de la deuda pública desde el pico de 156% del PBI en 2023 a un estimado de 77% el año pasado, así como la baja de la inflación y el fortalecimiento de la liquidez externa, en parte gracias a la entrada de alrededor de US$20.000 millones a través del blanqueo. Además, destacó la reactivación del mercado local de crédito y la caída del riesgo país por debajo de los 600 puntos básicos como señales de mayor confianza.
La agencia también mencionó la necesidad de sostener los resultados fiscales, dado que eliminar totalmente las restricciones cambiarias sin una acumulación de reservas suficiente podría complicar el panorama externo.