Las exportaciones crecieron, las importaciones bajaron y se sumaron 12 meses seguidos de saldo positivo.
Argentina terminó el 2024 con un superávit comercial de US$18.899 millones, una cifra nunca antes registrada en términos nominales. El INDEC confirmó que, en diciembre, el intercambio arrojó un resultado favorable de US$1666 millones, gracias a exportaciones por US$7035 millones e importaciones por US$5369 millones.
Este amplio saldo positivo se vio impulsado, sobre todo, por el incremento de las exportaciones de productos agropecuarios y del sector energético-recordemos que Argentina sufrió una intensa sequía en 2023–, a la par de una merma en las importaciones durante buena parte del año, derivada de la fuerte caída en el nivel de actividad.
Sin embargo, en diciembre las compras externas repuntaron debido al atraso cambiario y al aumento de la apertura comercial, lo que vuelve menos probable que en 2025 se repita el récord de 2024. Es importante aclarar que, si bien se tuvo un superávit comercial récord en 2024, este resultado mostró un crecimiento cada vez menor en los últimos meses, en la medida en que la salida de la recesión trajo la consiguiente recuperación de las importaciones, principalmente de bienes no energéticos. Además, la inflación se movió a un ritmo mayor que la tasa de devaluación fijada por el Banco Central, lo que encareció los productos argentinos respecto de los del resto del mundo a raíz del denominado atraso cambiario.
En cuanto a este año, se espera que las exportaciones mantengan su impulso gracias a una buena cosecha y a nuevos proyectos energéticos, aunque también se prevé que la apertura comercial, el dólar barato y la recuperación económica eleven las importaciones. De hecho, las principales consultoras de la City estiman que el saldo comercial seguirá siendo positivo, aunque probablemente entre US$14.000 y US$15.000 millones, por lo que el récord de 2024 sería un hito difícil de alcanzar nuevamente.
